miércoles, 27 de mayo de 2009

¿Periodismo deportivo?

Esto es una de tantas críticas a la prensa deportiva nacional.

Por Samuel Martínez.


Entre el gozo, la pasión y la expectación, los distintos productos del periodismo deportivo (diarios, revistas, programas y secciones especializadas) son sin duda uno de los ámbitos de la industria de la información más seguidos y consumidos a nivel global. Su influencia económica, impacto cultural y presencia mediática es enorme: encontramos sus huellas y mensajes por todos lados.

El deporte moderno se ha convertido en algo tan importante en la vida de las personas, que las informaciones y opiniones mediáticas especializadas que todos los días se vierten sobre él, se han transformado ya (en un lapso no mayor a 100 años) en un importante universo simbólico prácticamente autónomo y distinto: un mundo (comercialmente relevante pero intelectualmente despreciado) poseedor de sus propias reglas, códigos, ritos, procesos, hábitos y personajes. Como todo mundo sabe, son tres los principales protagonistas de este fascinante y popular mundo: los deportistas-producto (generadores de los sucesos y acontecimientos deportivos), los periodistas deportivos (productores de la información) y por su puesto las audiencias (los aficionados: ávidos consumidores de la información deportiva). Deportistas, medios/periodistas y aficionados son pues los tres eslabones de la industria de la información deportiva. Sin embargo, es de llamar la atención que a pesar de que no son los principales protagonistas, por su alta exposición y proyección mediática, en las últimas décadas algunos periodistas deportivos se han convertido en figuras públicas cuando no en verdaderas celebridades mediáticas con las cuales mucha gente sueña tomarse una foto. Líderes indiscutibles de opinión-es muy discutibles, muchos de los más afamados y mitificados informadores y periodistas deportivos actuales, poseen más un "aura" de estrellas de la farándula que de agudos, recalcitrantes o incómodos críticos (como señalan los canónes periodísticos).

¿Por qué?, ¿cómo fue que llegamos a esto?, ¿se les puede o debe exigir más?, ¿realmente se trata de periodistas, de profesionales del periodismo?, ¿qué papel juegan en la sociedad?, ¿informan o más bien la mayoría de ellos lo que hace es entretenimiento informativo?, ¿cuál es su verdadera función?, ¿qué los caracteriza y distingue?, ¿qué tipo de periodismo es el "periodismo deportivo"?, ¿qué clase de periodismo deportivo se hace en México?, ¿ofrece la calidad que la sociedad y los aficionados se merecen?, ¿cómo pueden ayudar al desarrollo del país? y ¿qué retos deben enfrentar ante una comunidad de audiencias y consumidores cada vez más crítica, informada y exigente? Deseando contribuir al debate entorno a las citadas interrogantes,

El Barca se eleva al reino de los cielos.



El cielo es azulgrana desde este 27 de mayo. Los ángeles del Fútbol Club Barcelona elevaron a los altares la Tercera Copa de Europa, la conquista que le faltaba al 'Pep Team' para proclamar su Imperio, el Reino de los Cielos azulgrana. El Viejo Continente se rindió a los pies de un equipo inigualable, elegido para marcar una época y entrar en la leyenda del fútbol. El United representó al gladiador derrotado en el coso romano, ante la atenta mirada del César. 'Los que van a morir te saludan'.
El contrario del Barça conoce su final, como ocurría en el coliseo que dominaba el César. La víctima sufre los golpes de las armas azulgranas y acaba siendo devorado, después de rendirle pleitesía para el resto de los días. Le pasó al Manchester United, defensor de la corona. Los 'red devils' no se escaparon de un final que tenían marcado por el César azulgrana, sentenciando desde el trono. El United de Ferguson acabó hipnotizado por un fútbol mayestático, imperial. El Barça y su amigo el balón hicieron el resto. Ganó el fútbol y el Barcelona se ganó la eternidad.




No importó la ausencia de Alves, Márquez o Abidal, que obligó una defensa de circunstancias que respondió por encima del partido. En defensa, se elevó el mejor jugador de la final, Gerard Piqué. El catalán fue el cerrojo del Barcelona en Roma. Todo lo hizo bien. Salió siempre bien al corte, originó el fútbol inigualable del 'Pep Team' y se agigantó. Puyol, en el lateral, siempre acudió al rescate, además de ofrecer una alternativa por el costado. Carles representó la sangre de ese escudo que lleva en las venas.




En el centro del campo, Busquets se convirtió en el mejor guardaespaldas de dos futbolistas elementales y fantásticos. El sufrimiento inicial del Barça, del que salió vivo, se fue difuminando entre las botas de Xavi e Iniesta, imparables, unos ángeles del fútbol. El de Fuentealbilla originó el gol de Samuel Etoo, el que cambió el guión del encuentro.
Los diablos del Manchester comenzaron arrolladores, con un tridente preparado para provocar heridas. Presión en campo contrario, incomodando la salida culé, y Cristiano con el cañón en las botas. Lo intentó de todas las maneras un futbolista que es igual de narcisista que de buen futbolista. Poco se le puede criticar a un Ronaldo que no vio portería y que recibió el 1-0 sin esperarlo.




Etoo recibió dentro del área un balón que venía pegado en la bota de Iniesta. El manchego no corrió sobre el verde, se marchó de dos defensores volando entre las nubes. Samuel, insaciable, rompió al mejor central del mundo, Nemanja Vidic, y se sacó un puntapié que llevaba un cuchillo. Fue gol. Cambió el mundo.
Tras el golpetazo, el Barcelona encontró su sitio en el partido. Guardiola comenzó ganando la final desde la ventaja. Messi, como el Bernabéu, merodeó por el centro olvidándose de un sitio en la banda que fijaba su sombra. Ferdinand y Vidic no pudieron con el elegido de Dios, que corría y regateaba con una aureola. El United siguió fiel a su estilo. Sin poesía, los de Ferguson fueron directos al corazón. Tuvieron sus ocasiones, embistiendo. Ahí, apareció Valdés, que se merece un lugar que muchos le niegan. Siempre respondió. Víctor es parte importante del Campeón.




El paso por vestuarios acrecentó el fútbol del Barcelona, que rozó el segundo en unos diez primeros minutos primorosos. Van der Sar le ganó un mano a mano a Henry y dio gracias por una falta de Xavi que repelió el palo. El United, que ya contaba con Tévez en el campo, pidió clemencia. El Barcelona le respetó, siendo inteligente, hasta que apareció el Mesías. Xavi levantó la cabeza y se marcó el mejor pase de los últimos tiempos, directo al segundo palo. Allí, estaba Messi, que en escorzo, conectó un cabezazo que acabó con la final.
El United no tuvo respuesta, era demasiado. Ferguson quemó sus naves mucho antes danto entrada a Berbatov. El escocés, profesor de este deporte, perdió la batalla táctica frentre a un Guardiola calculador. Manejó la final a su antojo y se ganó un sitio en el Reino de los Cielos. Con el Triplete en la mano, el Barça subió a los cielos con su himno y su fútbol bajo el brazo. Al César lo que es del César. El fútbol tiene un Emperador que habla catalán y español.

martes, 12 de mayo de 2009

¿Salvador Aguirre?.



Amigos, mientras disfruto de la noctambulidad que me brinda el CETis #49, me he inspirado para retomar lo que desgraciadamente me dejo de importar hace tiempo, es decir, mi querido blog.



Ahora la pregunta es, ¿sobre que escribo?. Miren, la influenza se me hace un tema para ignorantes, la política de México no tiene nada que comentarse, así que, decidí escribir algo sobre mi género que son los deportes (ya se que es el fútbol chingao).



Bueno, debido a que a mi forma de pensar (les guste o no) el fútbol mexicano es basura, me inclino el día de hoy a hacer un análisis de nuestra querida selección mexicana y su flamante y nuevo técnico Javier Aguirre.



Bueno, primero que nada, les anticipo que me voy a dirigir al personaje anteriormente citado como "Señor Javier Aguirre". ¿Porqué?, ja,ja,ja.... es muy sencillo. Te lo pongo así, tú, tú amigo lector, ¿te atreverias a hacerte cargo de este jaripeo al que llamamos selección nacional?, yo no.



Que si Fecal (el espurio que tenemos como presidente) le habló, que si por amor a México, que si porque no tenía trabajo, en fin, este hombre ha sido el elgido después de dos fracasos ( y miren que Eriksson se me hacía y hace mucho técnico para México) para llevarnos a lo que hoy en día todos los mexicanos sabemos que se va a lograr, me refiero a la clasificación a la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010.



Señor Aguirre, yo le pregunto ¿Sabe usted en lo que se está metiendo?, ¿Sabe usted lo que es el fútbol mexicano?, ¿Sabe usted lo que es la "Comisión de dueños" en México?, ¿Sabe usted quienes son Emilio Azcárraga Jean y Jorge Vergara?. Lo dudo, ya que de haber sabido, ni el mismo Maquiavelo se hubiera arriesgado.



Pero en fin, le recuerdo "Seños Aguirre", que usted tiene 8 años dirigiendo en España, y al mismo tiempo también le recomiendo que tenga muy en cuenta que:



1. Giovani Dos Santos no es Simao.



2. Nery Castillo no es el "Kun" Agûero.



3. Omar Bravo no es Diego Forlán.



4. Carlos Vela no es Zlatan Ibrahimovic.




Antes de continuar, quiero dejar muy en claro que Aguirre no es mal técnico ni se me hace mala propuesta para nuestro querido "Tri".



Pero ahora, viendo como están las aguas en este balompié, me atrevo a decir que aunque trajeran a Guardiola o al mismísmo Alex Ferguson, nadie puede hacer protagonista a México en el próximo mundial.



¿Por qué?....



La respuesta es muy sencilla y creo que todos la sabemos, ¿No es así querido lector?. ¿Qué te parece si comparamos a los dos grandes de México con mmmmmm los dos grandes de España?. Es una estupidez verdad, pero yo te pregunto (lo siento si eres americanista o chiva), ¿Cuántos años de existencia tienen Chivas y América?, ¡ Los mismos que Barcelona y Real Madrid!.



Sin comentarios verdad, entonces, si cuatro equipos, que tienen la misma cantidad de años de existencia, no es posible que dos españoles sean inmensamente superiores a los otros dos (Los Mexicanos), pero en fin, la única diferencia, es que, en España y toda Europa, los equipos son ! sociedades anónimas!, no propiedad de un "Naco" o un "Gangster" que solo les importa el dinero y no el palmarés de sus equipos.



En estas etapas del editorial, creo que ya estamos en confianza para poder tutearnos Javier.



Javier, te deseo la mejor de las suertes, sin embargo, no te auguro un buen futuro para el mundial y digo el mundial porque no me cabe la menor duda de que vas a llevar a México a Sudáfrica, pero ni tú, ni Marandona, ni Menotti, ni Pelé, ni Ancelotti, ¡ni nadie! puede hacernos crecer.



Aquí el problema no está en jugadores, sino en la preparación raquítica que se les da como "profesionales", en el mal manejo de directivas, en la contratación barata de extranjeros mediocres, en la absurda naturalización, en la liguilla, en el estúpido repechaje y en el ridículo torneo mexicano.






Javier, muchísima suerte en este "Le tourmalet" que se prevé para México, espero y pronto puedas estar de nuevo en tu ecosistema futbolístico, que es, simple y sencillamente el europeo.






Mucha suerte y buen día.






¡¡Visca Barca!!